24 de mayo de 2020

III CUADERNO DE BITACORA CORONA V


DÍAS 5,6,7 y 8


Los primeros días han pasado. Al principio parece difícil sustraerse a la limitada geometría del camarote. No solo porque te coarta tu geografía diaria; además te ha robado el horizonte. No importa. Hay horizontes que no están al alcance de tu vista, porque están dentro de ti. Son los que sueñas noche tras noche cuando duermes y que se perpetúan todas las albas. Luego los adornas con rocíos que llenan de perlas brillantes tus verdes valles salteados de colores florales. Y luego, como una cinta de terciopelo, te dejas rodear por la adolescente calidez de un sol que tímidamente extiende su dorada cabellera por tu mágica creación.  
Ves, como es posible romper el límite impuesto, tirar las murallas de Jericó, con la música de la magia interior.
Todavía te queda mirar por el ojo de buey y contemplar la realidad exterior y ser capaz de distinguir el horizonte de azules. Arriba las gaviotas. Abajo las estrellas, que por la noche suben a confundirse con sus hermanas del firmamento.

Y cuando puedas, sube a la cubierta de tu nave solitaria y canta con  el poeta Paul Valery:

¡Se alza el viento!… ¡Tratemos de vivir!

Cierra y abre mi libro el aire inmenso,