16 de junio de 2020

SU ORDEN NATURAL


Ya os han convencido que el “orden natural”  tiene que ser así. Lo han vuelto a hacer. En 2011 nos contaron que la culpa de la crisis era de Zapatero. Resulta que la economía se hundió como consecuencia de la desregulación financiera creada en los Estados Unidos, en donde a saber no existe ninguna dictadura marxista-leninistas-bolivariana y menos aún venezolana. Las hipotecas basura las crearon los mismos del Partido Popular en el otro lado del océano.  No nos olvidemos que quien practica una misma doctrina, no se diferencia porque cambien de país. Luego hicieron la reforma laboral de 2012.  A golpe de decreto. Sin el consenso del que tanto hablan. Precarizaron el empleo y los salarios; nos recortaron en educación, dependencia, sanidad, igualdad, etc. Solo había dinero para rescatar a sus amiguetes los banqueros. Descubrieron que se ganaba más dinero llevándose las fábricas a China. No le pusieron pegas a un país con una DICTADURA COMUNISTA. Ya no se trataba de ideologías y formas opresoras. La cuestión estaba en  que un chino trabaja por 80 euros al mes y aquí les costaba 1000 euros. Se trataba de ganar 920 euros más de beneficios por cada trabajador. Se deslocalizaron industrias; vaciaron a España de puestos de trabajo, de fábricas y se llevaron los dineros a paraísos fiscales. Solo se trataba de ir y venir a China las veces que hiciera falta. Y cuando China se infectó nos trajeron la enfermedad.  Con un sistema sanitario público al que habían dejado de inyectarle la necesaria financiación, la enfermedad se cebó en la ciudadanía española. Rápidamente buscaron al igual que en 2011 un culpable para cargar con todo. Zapatero no vio venir la crisis y ahora Sanchez, cegado por el comunismo bolivariano  tampoco fue capaz de ver la pandemia que galopaba como un rayo sobre España. Curiosa ceguera que solo afecta a la vista y perspicacia de quienes han gobernado bajo el modelo socialdemócrata, mientras la clarividencia, el acierto y el progreso de la derecha neocapitalista solo está en manos de aquellos a los que se les ha aparecido Dios y les ha hablado, tal y como nos manifestó Aznar.  Mi única habilidad es llevar más de seis décadas a mis espaldas; haber visto, leído y  oído. Suficiente para que no me tomen ni por tonto ni por chino.