Ya os han convencido que el
“orden natural” tiene que ser así. Lo
han vuelto a hacer. En 2011 nos contaron que la culpa de la crisis era de
Zapatero. Resulta que la economía se hundió como consecuencia de la
desregulación financiera creada en los Estados Unidos, en donde a saber no
existe ninguna dictadura marxista-leninistas-bolivariana y menos aún
venezolana. Las hipotecas basura las crearon los mismos del Partido Popular en
el otro lado del océano. No nos
olvidemos que quien practica una misma doctrina, no se diferencia porque cambien
de país. Luego hicieron la reforma laboral de 2012. A golpe de decreto. Sin el consenso del que
tanto hablan. Precarizaron el empleo y los salarios; nos recortaron en
educación, dependencia, sanidad, igualdad, etc. Solo había dinero para rescatar
a sus amiguetes los banqueros. Descubrieron que se ganaba más dinero llevándose
las fábricas a China. No le pusieron pegas a un país con una DICTADURA
COMUNISTA. Ya no se trataba de ideologías y formas opresoras. La cuestión
estaba en que un chino trabaja por 80
euros al mes y aquí les costaba 1000 euros. Se trataba de ganar 920 euros más
de beneficios por cada trabajador. Se deslocalizaron industrias; vaciaron a
España de puestos de trabajo, de fábricas y se llevaron los dineros a paraísos
fiscales. Solo se trataba de ir y venir a China las veces que hiciera falta. Y
cuando China se infectó nos trajeron la enfermedad. Con un sistema sanitario público al que habían
dejado de inyectarle la necesaria financiación, la enfermedad se cebó en la
ciudadanía española. Rápidamente buscaron al igual que en 2011 un culpable para
cargar con todo. Zapatero no vio venir la crisis y ahora Sanchez, cegado por el
comunismo bolivariano tampoco fue capaz
de ver la pandemia que galopaba como un rayo sobre España. Curiosa ceguera que
solo afecta a la vista y perspicacia de quienes han gobernado bajo el modelo
socialdemócrata, mientras la clarividencia, el acierto y el progreso de la
derecha neocapitalista solo está en manos de aquellos a los que se les ha
aparecido Dios y les ha hablado, tal y como nos manifestó Aznar. Mi única habilidad es llevar más de seis
décadas a mis espaldas; haber visto, leído y
oído. Suficiente para que no me tomen ni por tonto ni por chino.
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