RESPONSABILIDAD Y FUTURO.
Hay una cuestión que la mano democrática de la ciudadanía de Jaén ha dejado clara en estos comicios municipales, tal como es su deseo manifiesto de que la izquierda sea quien gobierne la ciudad estos próximos cuatro años. Quizás porque en los doce anteriores no hayan visto satisfechas sus demandas comunes, quizás porque parte de las opciones progresistas hayan estado mirándose sus ombligos antes que los ajenos; quizás porque Jaén se adormece en esa permanente siesta ideológica en donde la taumaturgia, las velas, el incienso, los hados y el tarots son los elementos más invocados, antes que la clase política, para que se colmen sus mas ciudadanas apetencias.
Quienes habitan Jaén deben sentirse ciudadanos; deben “civilizarse”, que nos es ni mas ni menos que formar parte de la “cives” es decir de su ciudad. Pero para eso, no solamente tienen que participar en la elección de sus representantes mediante el sistema de democracia representativa sino ser agentes directos en las decisiones como actores. Hay un déficit de cultura democrática municipal que debe ser corregido y para ello los presupuestos participativos son una fórmula política que pone los recursos en manos de los ciudadanos desarrollando el derecho constitucional de participación política directa.
Una experiencia positiva de construcción diaria y de ejercicio de una responsabilidad social que implica el compromiso de llevar a buen término las iniciativas propuestas entre todos.
Después de doce años de gobierno del PP, su modelo no ha sido el de contar con esta fórmula de participación, acercándose mas bien a figuras del período de la ilustración despótica con el lema de “todo para el pueblo pero sin el pueblo”. Por eso se ha de poner en marcha un plan urgente de reeducación ciudadana y una voluntad política de ejecución de los nuevos gobernantes municipales para crear un nuevo espacio publico en donde se encuentren los ciudadanos y el poder ejecutivo, convirtiéndose en auténtico centro de decisión. Un espacio público totalmente nuevo que permite la emergencia de una ciudadanía mas crítica, mas consciente y mas exigente, distante de la ciudadanía tradicional, caracterizada por las demandas individuales y las acciones aisladas e improductivas.
Este será el mejor cimiento para empezar a construir un modelo habitable, con urbanismos sostenibles que haga que los jiennenses perciban una ciudad armónica y equilibrada. El futuro de Jaén puede y debe cambiar y los primeros responsables de ese esfuerzo son aquellas siglas de progreso en quienes hemos confiado en las urnas.
Sobre el modelo habrá tiempo de hablar. Respetemos los cien primeros días, porque el trabajo va a ser arduo.
Que sigáis bien.
Quienes habitan Jaén deben sentirse ciudadanos; deben “civilizarse”, que nos es ni mas ni menos que formar parte de la “cives” es decir de su ciudad. Pero para eso, no solamente tienen que participar en la elección de sus representantes mediante el sistema de democracia representativa sino ser agentes directos en las decisiones como actores. Hay un déficit de cultura democrática municipal que debe ser corregido y para ello los presupuestos participativos son una fórmula política que pone los recursos en manos de los ciudadanos desarrollando el derecho constitucional de participación política directa.
Una experiencia positiva de construcción diaria y de ejercicio de una responsabilidad social que implica el compromiso de llevar a buen término las iniciativas propuestas entre todos.
Después de doce años de gobierno del PP, su modelo no ha sido el de contar con esta fórmula de participación, acercándose mas bien a figuras del período de la ilustración despótica con el lema de “todo para el pueblo pero sin el pueblo”. Por eso se ha de poner en marcha un plan urgente de reeducación ciudadana y una voluntad política de ejecución de los nuevos gobernantes municipales para crear un nuevo espacio publico en donde se encuentren los ciudadanos y el poder ejecutivo, convirtiéndose en auténtico centro de decisión. Un espacio público totalmente nuevo que permite la emergencia de una ciudadanía mas crítica, mas consciente y mas exigente, distante de la ciudadanía tradicional, caracterizada por las demandas individuales y las acciones aisladas e improductivas.
Este será el mejor cimiento para empezar a construir un modelo habitable, con urbanismos sostenibles que haga que los jiennenses perciban una ciudad armónica y equilibrada. El futuro de Jaén puede y debe cambiar y los primeros responsables de ese esfuerzo son aquellas siglas de progreso en quienes hemos confiado en las urnas.
Sobre el modelo habrá tiempo de hablar. Respetemos los cien primeros días, porque el trabajo va a ser arduo.
Que sigáis bien.
1 comentario:
Pimo, es para mi un verdadero placer poner unas letras en tu blog. ¿Verdad que no costó tanto fabricarlo?. Al fin y al cabo si te equivocas, siempre puedes empezar a fabricar otro.
Y como no podía dejar pasar la ocasión, a los Concejales electos de Jaén decirles que tienen en tu persona a dos amigos; al más leal y al más crítico. Por tanto, no dejéis pasar la ocasión contemplando vuestras posaderas.
¡Ánimo!, sabéis hacerlo bien y tenéis que hacerlo mejor.
Saludillos del pimo Roberto.
www.elpimo.tk
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